El Fuerte de São Julião es sin duda la mayor construcción de defensa marítima de Portugal. En el siglo XVI, durante el reinado del rey João III, se inició la construcción del Fuerte. Miguel Arruda fue el responsable de la construcción de esta obra, siendo uno de los arquitectos más famosos de la época.
Además, el Fuerte fue ampliado a lo largo de los siglos, ya que su posición estratégica se consideró de gran importancia para la defensa de la entrada al Tajo. De esta forma, la ciudad de Lisboa podría estar protegida de los ataques enemigos desde el mar.
El Fuerte de São Julião y sus propósitos
Inmediatamente después de la misión militar de defensa, el Fuerte de São Julião, a partir de 1802, funcionó como colegio de enseñanza, para los hijos de los soldados del Regimiento de Artillería de la Corte, allí instalado – génesis del Colegio Militar.
Como otras fortificaciones, el Fuerte de S. Julião da Barra también sirvió como prisión militar y política. Fue célebre el caso del General Gomes Freire de Andrade, quien fue detenido en S. Julião da Barra y fusilado en el terreno adyacente a la fortificación.
Desactivado de su función defensiva en 1947, pasó a ser utilizado, a partir de 1951, para nuevas funciones de estado y recepción de acontecimientos políticos. Aquí, además de otros, se instalaron el general Eisenhower y el mariscal Montgomery. En julio de 1957 fue catalogado como Bien de Interés Público, y actualmente se encuentra bajo la tutela del Ministerio de la Defensa Nacional.
Hoy en día es la residencia oficial del Ministro de Defensa de Portugal, y también es un lugar donde se realizan regularmente eventos culturales.
Merece la pena descubrir la historia protegida por los fosos y baluartes a la entrada de la ciudad de Lisboa y disfrutar de las impresionantes vistas panorámicas del Océano Atlántico.