La Catedral de Lisboa es una de las principales atracciones turísticas de la ciudad, situada en el corazón del antiguo barrio de Alfama. Es la iglesia más antigua de Lisboa y uno de los edificios religiosos más importantes de Portugal.
La catedral de Lisboa comenzó a construirse en 1147, poco después de la conquista de la ciudad a los moros por los cruzados liderados por D. Afonso Henriques. Erigida en el lugar donde se encontraba una antigua mezquita musulmana, la catedral siguió la práctica habitual en la Europa medieval de transformar antiguos espacios islámicos en templos cristianos. Concebida inicialmente como una iglesia románica, la catedral marca el inicio de la Lisboa cristiana tras siglos de dominio islámico.
La catedral de Lisboa también guarda reliquias, joyas y objetos de arte sacro que se extienden a lo largo de cuatro salas. Las llamadas reliquias de San Vicente, patrón de la ciudad, traídas del Algarve por orden del rey D. Afonso Henriques en 1173, están rodeadas de leyendas que refuerzan su importancia histórica.
Relación con la realeza portuguesa
La Catedral de Lisboa también es conocida por su historia y su relación con la realeza portuguesa. Fue la iglesia oficial de la familia real durante muchos siglos. También es el lugar donde fueron coronados muchos de los reyes y reinas de Portugal. Las únicas personas laicas enterradas en la Catedral de Lisboa son el Rey Afonso IV y su esposa la Reina Beatriz.
Si desea visitar la Catedral, debe saber que la misa se celebra todos los domingos a partir de las 11.30 horas. Por tanto, ese día se suspenden las visitas turísticas. No obstante, no deje de consultar la lista de precios para más detalles.
Programas culturales y religiosos
Además de las visitas turísticas, la Catedral organiza:
- Conciertos de música sacra y coral;
- Misas solemnes en fechas festivas, como Navidad, Pascua y el día de San Vicente;
- Eventos especiales durante el Día de Lisboa (13 de junio), incluyendo visitas guiadas nocturnas.
La catedral de Lisboa y la experiencia turística
Para aquellos que deseen explorar Lisboa de una forma más auténtica, la visita a la catedral es imprescindible. Su ubicación estratégica permite visitar otros puntos de interés cercanos, como:
- El Castillo de San Jorge;
- El mirador de Santa Luzia;
- La iglesia de Santo António de Lisboa, patrón de la ciudad;
- El Museo del Fado.
En días de buen tiempo, las vistas al Tajo desde los alrededores de la catedral ofrecen excelentes oportunidades para la fotografía, especialmente al atardecer.
Sin duda, es un lugar excelente para explorar y apreciar sus 800 años de historia, así como para descubrir la conexión del edificio con la cultura de Lisboa.
Su belleza también puede apreciarse en un paseo en barco por el río Tajo. Podrá ver la Catedral de Lisboa, así como muchos otros monumentos históricos que dan vida a Lisboa.
