El Panteón Nacional, también conocido como Iglesia de Santa Engrácia, es una de las principales atracciones turísticas de Lisboa, ubicado en el distrito de Alfama. Es, sin duda, un importante atractivo arquitectónico de la ciudad, con una rica historia y unas impresionantes vistas panorámicas.
La historia del Panteón Nacional se remonta al siglo XVI, cuando se construyó como iglesia dedicada a Santa Engrácia. Aunque el empeño de la poderosa Cofradía de las Esclavas del Santísimo Sacramento, constituida para construir un majestuoso templo, el audaz proyecto barroco, cuya construcción se inició en 1682, quedó sin cobertura hasta principios de la década del 60 del siglo XX, cuando el Estado régimen Novo decide terminar el edificio y adaptar el templo al Panteón Nacional, un espacio para honrar a importantes personalidades de Portugal.
El aspecto imponente y el carácter único de la obra justifican su clasificación como Monumento Nacional y legitiman su elección para albergar los restos de portugueses excepcionales. Uno de los principales atractivos del Panteón Nacional es su cripta, donde están enterradas algunas de las personalidades más importantes de Portugal, entre ellas escritores, artistas, científicos y políticos. Es una excelente oportunidad para descubrir la historia y la cultura de Portugal.
Características
La fachada principal de la iglesia concilia a la perfección la novedad del barroco italiano con la práctica arquitectónica más notable y significativa de Portugal. En el escudo nacional que remata la rica portada central, encontramos explícito el carácter nacional de la iglesia que estuvo presente tanto en la fundación de la primera parroquia como posteriormente en la reconstrucción del templo por parte de la Hermandad.
El dinamismo de las formas del monumento se integra en una ubicación privilegiada en uno de los cerros de la ciudad frente al río. El templo destaca en el panorama de Lisboa como un gran baluarte. Por fin, su terraza ofrece a los visitantes una vista impresionante de la capital y el Tajo.