Plaza del Comercio. Terreiro do Paço. Esta zona monumental de Lisboa se conoce de las dos formas. Y de hecho, fue aquí donde Lisboa renació… El 1 de noviembre de 1755, sobre las 9:30, comenzó el terremoto que destruyó Lisboa. La tierra tembló violentamente. Miles de edificios se derrumbaron, principalmente en la zona centro (la Baixa) y la zona del Chiado. El Palácio Real da Ribeira, el Teatro da Ópera, conventos, palacios, colegios, hospitales, … Todo se vino abajo.
En el Tajo, olas gigantescas hicieron trizas las embarcaciones contra la costa e invadieron las calles del centro de la ciudad. Un fuego se inició en la zona de Restauradores y, con el apoyo de los vientos del norte, se dirigió hacia el río. Gran parte de Lisboa se redujo a cenizas. En un ambiente de miedo y terror murieron miles de personas.
Sebastião Melo* – era el Secretario de Estado del Reino, en la época la figura clave del gobierno portugués – tomó medidas de seguridad de inmediato y ordenó la limpieza de la ciudad. A continuación mandó hacer el proyecto de diseño de una nueva Lisboa. Una ciudad de su tiempo, geométrica, de edificios iguales con estructuras nuevas y estables.
La cuadrícula adoptada en los planos de reconstrucción permitió diseñar el Terreiro do Paço, una majestuosa plaza abierta sobre el estuario del Tajo. Para mantener la tradición marítima se recuperó un muelle desaparecido debido al terremoto, emergiendo el Cais das Colunas (Muelle de las columnas) que ofrece una hermosa vista panorámica del río y la orilla sur.
Actualmente esta plaza acoge grandes eventos durante todo el año. Uno de los más espectaculares es el espectáculo de fuego de artificio en las noches de paso de año.
La Praça do Comércio está considerada como Monumento Nacional.
* más tarde recibió el título de Marqués de Pombal.